¿Cúales son los pros y los contras de los prestamos de capital privado?

Una de las alternativas a la solicitud de financiación a entidades bancarias es realizar la petición a prestamistas privados. Ante la negativa de los bancos, el capital privado se erige como la principal solución a los problemas de financiación. Sin embargo, es conveniente que conozcas cuáles son las ventajas que te ofrece este método de financiación y a qué inconvenientes te expones a la hora de obtener solvencia económica procedente del capital privado.

 

 

 

Pese a que lo habitual es acudir a las principales entidades bancarias a la hora de solicitar préstamos, es cierto que en ocasiones los análisis de solvencia que estos organismos llevan a cabo nos impiden finalmente el acceso a la liquidez y nuestra capacidad de hacer frente a los compromisos económicos adquiridos se ve enormemente mermada. Solicitar préstamos compuestos por capital privado es la única alternativa ante la negativa de los bancos, y pueden jugar un papel decisivo en nuestra capacidad de afrontar deudas o dotar de liquidez a nuestros proyectos.

 

Ventajas de la financiación privada:

La principal ventaja con la que cuenta el prestatario que recurre a la financiación privada es la enorme flexibilidad de la que puede disfrutar tanto a nivel de envergadura como de devolución. Los prestamistas privados tienen en cuenta las necesidades y circunstancias del prestatario para crear un sistema de devolución que cuente tanto solo con cuotas de cuantía ajustada como con plazos de devolución cómodos, los cuales pueden establecerse en periodos mensuales, trimestrales, semestrales o incluso anuales. Además, la mayoría de préstamos de procedencia privada suelen contar con una penalización del 0% en caso de cancelación anticipada, siempre y cuando haya pasado el primer año tras su contratación.

 

Históricamente, la financiación privada ha estado asociada a los fondos de inversión y a instituciones con una elevada solvencia económica. Sin embargo, esto ha cambiado en los últimos tiempos y los préstamos de capital privado se ven encarnados, de manera mayoritaria en la actualidad, en las figuras del prestamista particular. Un inversor que cuenta con la capacidad de otorgar financiación a proyectos ajenos y que ofrece un trato y atención personalizados con el prestatario para amoldar los términos de negociación del contrato.

 

Otra de las ventajas con las que cuenta el capital privado es la rapidez en la tramitación. Los análisis de solvencia llevados a cabo por los bancos suelen demorarse durante semanas, algo que entra en confrontación con la inmediata necesidad de acceder al capital. La concesión de un préstamo privado suele resolverse en un plazo no superior a 72 horas, disponiendo del capital de manera inmediata en caso de producirse una resolución favorable.

 

Los antes mencionados análisis de solvencia que llevan a cabo las entidades bancarias suelen acceder a las listas de morosidad para comprobar que no has incurrido en impagos a lo largo de tu vida. En caso de estar incluido en este tipo de ficheros, lo más habitual es que la entidad rechace tu solicitud de manera automática, privándote de cualquier posibilidad de aumentar tu liquidez. Esto no suele ocurrir en los préstamos de capital privado, que suelen acceder a la concesión del préstamo pese a estar incluido en las principales bases de datos de morosidad.

 

Inconvenientes del capital de procedencia privada:

No obstante, la diferencia en los términos de los préstamos de procedencia privada también los convierte en un producto notablemente distinto a los créditos concedidos por las entidades financieras. Por lo que también debes tener en cuenta que los préstamos de capital privado, pueden incluir una mayor rigidez en sus términos de contratación, tanto en lo referente a las cuotas como en los aspectos relativos a la renegociación de la deuda, los cuales vendrán estipulados en función de cada prestamista.

 

Normalmente, estas concesiones no suelen ser demasiado agresivas para incentivar su contratación, pero sí pueden diferir de las de organismos como entidades financieras de propiedad del Estado.

 

Otro aspecto a tener en cuenta es que debes aportar una garantía válida como aval para la concesión del crédito, como una propiedad, un local o un bien que esté libre de cargas y sobre el que no recaiga ningún tipo de deuda ni hipoteca. Las restricciones sobre qué tipo de bienes son válidos como aval pueden llegar a ser un inconveniente a la hora de recurrir al capital privado para obtener financiación, ya que cada prestamista puede cambiar de criterio en este sentido.

 

También conviene tener presente que no todas las entidades que ofrecen préstamos de capital privado aceptan la concesión de moratorias o variaciones en los tipos de interés ni en las cuotas en caso de renegociación de la deuda. Algunos prestamistas pueden renunciar a la concesión de moratorias, totales o sectoriales, mientras que otros pueden limitar a una mensualidad su aplicación o incluso aplicar intereses abusivos de demora en caso de impago o retraso en la liquidación de las cuotas. Esto no ocurre en el caso de las entidades bancarias, que sí cuentan con mecanismos para proteger al prestatario en caso de improviso y favorecer la devolución de la deuda en unos términos distintos a los previamente acordados.

 

Su sistema de financiación se caracteriza por la rapidez, la transparencia, la legalidad y la preservación de la privacidad del cliente, concediendo financiación aún estando en los principales listados de morosidad y concediendo liquidez para hacer frente a reformas, herencias o cualquier proyecto empresarial. Además,  paraliza las subastas y cancela los embargos que pesen sobre los bienes del prestatario, y erigiéndose como una de las mejores opciones a la hora de tener que recurrir al capital privado.