¿Qué es la CIRBE?

¿Para qué sirve la CIRBE?

La CIRBE es una enorme base de datos gestionada por el Banco de España donde se guardan los riesgos que las entidades financieras manifiestan tener de sus clientes. Esta base de datos se actualiza de manera mensual con la información que las propias entidades están obligadas a aportar al Banco de España. En concreto, CIRBE recoge la información de los riesgos directos (por importe superior a 6.000 euros) e indirectos (por importe superior a 30.000 euros) que las distintas entidades de crédito tienen con sus clientes. Un riesgo directo es el derivado de un préstamo o crédito, cuyo titular es la propia persona, mientras que los riesgos indirectos son los avales y las garantías sobre las deudas de otras personas.

 

La información de CIRBE es pública, por lo que todas las entidades que concedan deudas a sus clientes están obligadas a comunicar los riesgos al Banco de España. Además, sus datos son confidenciales, lo que significa que no se pueden consultar o acceder a ellos libremente, sino que es necesaria una autorización. Cualquier persona que lo desee puede acceder de manera gratuita a la información que CIRBE tiene sobre ella, pero no a la información sobre otras personas. Si la información que encuentra es errónea o está desactualizada, puede solicitar que la rectifiquen. También tiene derecho a conocer qué entidades financieras han accedido a su ficha de riesgos durante los últimos seis meses. Evidentemente, si una persona nunca ha solicitado un préstamo o crédito ni ha actuado como avalista o garantía de otra, no aparecerá registrado en CIRBE.

 

¿Por qué es tan importante la CIRBE?

La base de datos de CIRBE es muy valioso para el Banco de España. Por una parte, le es útil para elaborar sus reconocidos estudios estadísticos sobre el sector y sobre la marcha económica del país; y por otra, le permite ejercer su labor principal de supervisor y controlador del sistema financiero. Además, la CIRBE también es muy crucial para las entidades bancarias. Cuando uno de sus clientes solicita un préstamo o una hipoteca, la entidad acude a la información de CIRBE para comprobar cuál es el riesgo global de impago de dicho cliente. Más allá de su capacidad de pago o de la estabilidad de su empleo, el riesgo de esta persona viene determinado por las deudas que ya tiene contraídas. Eso sí, es necesario que el cliente autorice por escrito al banco a solicitar información sobre él. De lo contrario, dicha información no sería accesible.

 

La CIRBE es, por tanto, una herramienta fundamental para que el banco pueda conocer la capacidad de endeudamiento que tiene una persona y así poder valorar y decidir si concederle dinero prestado es o no una buena idea. Es importante dejar claro que, la CIRBE no es una lista de morosos, en el sentido de que su fin no es recoger los impagos en cuotas de las deudas que tenga cada persona. No obstante, si existe algún dato significativo de morosidad, este queda recogido en la base de datos.